Naím conoce a Ramiro Grimor, un personaje extraño, capaz de desaparecer en una esquina y aparecer en otra como si nada. La primera vez que lo ve, Naím se pregunta si todo esto es producto de su imaginación o... tal vez sea verdad... tal vez sus sentidos no lo engañen y el personaje en cuestión sí tenga la facultad de esfumarse en el aire como si nada. A partir de este encuentro la vida de Naím cambiará de una manera inesperada.
¿Quién es ese viejo? ¿Por qué lleva dos relojes pulsera? ¿Y qué le pasa con las palomas? Naím no puede soportar la intriga. Y cuando decide averiguar más, ¡queda en medio de una persecución entre dos mundos, un reino mágico y lejano y su barrio de siempre! A medida que llegan las respuestas, Naím aprende a creer en cosas increíbles y se da cuenta de que no sólo en los reinos de la fantasía se puede descubrir la magia.
Mi segunda novela, y tal vez la que me resulta más querida. Será porque Naím es hijo de un piquetero, porque tiene que sufrir a un bully en la escuela, porque no se anima hablarle a Karina Sedal, experta en taekwondo. Y porque un día, como quien no quiere la cosa, descubre que hay un reino llamado Amalomor, y que allí los Rumotim han determinado exactamente cuántos gramos de magia hay que usar para dominar el fuego, para volar o para mover cosas con la mente. Y porque al trabar amistad con Ramiro, el mago fugitivo, aprenderá que hay magos y antimagos, y que hay que saber manejar el poder de la magia en su mundo y el del conocimiento en el nuestro.
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PEDILO ASÍ:
Naím y el mago fugitivo
por Sebastián Lalaurette
Ediciones Del Naranjo, 2011
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